MÉXICO: UN CAMBIO DE VIDA (composición escrita - examen final)
En
mi experiencia, vivir en México ha sido una de las cosas más bonitas que me ha
podido pasar. Hace dos años tuve la oportunidad de viajar a este hermoso país
llamado México, conocer su cultura, sus ciudades, sus habitantes, fue algo que
cambio mi vida.
La
primera impresión que dejó México fueron sus hermosos paisajes, ciudades con altos edificios, playas con las olas más grandes y atardeceres muy bonitos; caminos que cuentan su historia, montañas que muestran su origen y
pueblos que dejan ver el centro de su cultura. Esto es un poco de lo que muestra este hermoso país.
Durante
esta época de mi vida estuve con una organización llamada juventud con una misión, Jucum, en este lugar hice un voluntariado que constaba en ir y ayudar a
las personas que más lo necesitaban, tuve la oportunidad de llevar mercado a
personas de bajos recursos, escuchar a personas que lo necesitaban,
ayudar a arreglar fachadas de algunos barrios o comúnmente llamadas 'colonias'.
Tuve
la oportunidad de estar en varios lugares, pero hay dos ciudades que recuerdo con mucho cariño y son Mazatlán y Morelia. Estas ciudades no solo las recuerdo por sus
cosas físicas sino por las personas que conocí allí, por las memorias que hice
con estas personas en los espacios físicos de cada una de estas ciudades.
Mazatlán situado en el estado de Sinaloa, puedo decir que se puede ver los más bonitos atardeceres. Si me pidieran describir esta linda ciudad, diría que tiene las calles más coloridas que he visto, tiene un largo malecón alrededor de toda su playa; en el centro podemos ver casas pintada de colores que reflejan lo alegre que son los habitantes y tiene restaurantes muy finos.
Allí
conocí a Eslendy que nació en México, pero creció en Estados unidos y a
Jaycelyn una canadiense, ellas fueron amigas muy cercanas durante
mi estadía en Mazatlán, solíamos ir a cenar comida china; íbamos a la playa a
relajarnos y a nadar en el mar, y podíamos pasar horas viendo películas; de hecho,
ellas me enseñaron gran parte del idioma inglés que ahora sé.
Además de ellas dos conocí a muchas personas
de diferentes países: de Brasil, Alemania, Corea del Sur, Bolivia, Chile, Perú,
entre otras nacionalidades. Conocer personas de tantos lugares, abrió una
oportunidad de conocerme a mí misma, me di cuenta que me gusta conocer
diferentes culturas, probar distintas comidas, escuchar diferentes historias y
aprender algo nuevo de cada persona.
Cuando
me mudé a Morelia conocí a una linda venezolana llamada Maye, ella se volvió como
mi hermana durante seis meses en medio de la pandemia, físicamente tiene ojos
grandes, nariz pequeña y muchos 'piercings' en su cara; es de estatura media,
su espalda es ancha y tenia un brazo tatuado con muchas flores; su
cabello es difícil de describir ya que siempre lo tiene en un constante
cambio. Cuando veía a Maye, veía una amistad sincera. Con ella aprendí demasiadas
cosas, ahora sé disfrutar de los pequeños detalles, aprendí que lo que importa
es la compañía y no el lugar donde estés, aprendí a convertir lugares pequeños e
insignificantes en lugares maravillosos, los bazares se han convertido en una
de mis cosas favoritas, realmente Maye es alguien que ayudó a cambiarme la vida.
Recorrí
tantas veces las calles históricas de Morelia, antes de que comenzara la pandemia,
puedo decir que me sé esas catedrales y esas calles de memoria. Al principio de
la calle al salir de mi casa comenzaba el acueducto histórico que rodeaba la
ciudad hasta llegar al centro, las puntas de las iglesias casi tocaban el
cielo.
México
realmente cambio mi vida por lo que aprendí, por lo que viví, por las personas
que conocí, por la cultura que aprendí, muchas de estas cosas me siguieron
hasta casa, aquí en Colombia aun intento hacer comida mexicana similar, aun
hablo con mis amigos del extranjero y mi corazón aun pide volver a ese momento.
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